Los protagonistas de esta historia son un monstruo normal y corriente y una bibliotecaria. El monstruo vive en Albacete y le gusta el frío porque allí los veranos son muy calurosos.
Nuestro amigo, de vez en cuando hace travesuras. Un día hizo una muy gorda. Se escondió en el aparato del aire acondicionado de la biblioteca y salía de él para comerse el bocadillo de la pobre bibliotecaria. Así fue como se conocieron.
El trozo que más me gusta dice: “Los niños tenían una sección para ellos solos en la biblioteca.
Allí se sentían a sus anchas. No era preciso estar tan callado como un muerto ni tan quieto como una estatua.
Podían buscar y rebuscar por los estantes hasta encontrar ese libro tan estupendo. La única condición era dejarlo al final en su sitio.
Lo más divertido era cuando la bibliotecaria, olvidándose un poco de los mayores, se sentaba con ellos y les leía un libro.
Los niños hacían un corro a su alrededor y escuchaban embelesados”.
Para saber qué pasó después, tendréis que leerlo. Es un cuento chulísimo.
El título es el monstruo y la bibliotecaria. Su autor es Alfredo Gómez Cerdá. La colección, “Ala Delta” y es de la editorial Edelvives.
Víctor.
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