sábado, 28 de abril de 2012

CONCURSO LITERARIO

Los alumnos de 3º participaron en el concurso literario celebrado durante las Jornadas Culturales. Ya podéis leer las historias ganadoras. 

Sucedió una vez, hace muchos años, que se reunieron los tres reyes del mundo animal: el León, como rey de la selva, el Tiburón, como rey de los mares y el Águila Real, como la reina del aire. Entre los tres decidieron organizar unos juegos olímpicos.
Pero todos los reyes querían con su equipo ganar. Era la hora de empezar. El correcaminos viene para encender la llama olímpica. La primera prueba es la carrera de 1.000 kilómetros. Jugadores: guepardo, barracuda y albatros. Ya han salido. En cabeza está el albatros pero el guepardo va al mismo sitio que él y la barracuda pega un salto y les sobre vuela. Llegan a la meta el primero la barracuda, el segundo el guepardo y el tercero el albatros. La siguiente prueba va a empezar. Salgo de jabalina. Jugadores: conejo, delfín y pavo real. Sató el primero el conejo pero se estampó contra el palo. El pavo real saltó muy bien y aterrizó sobre una colchoneta con su cola abierta. Es el turno del delfín, pero ha saltado tanto que se cayó de cabeza. El primero el pavo real. El segundo, el conejo y el tercero, el delfín. Ahora vamos a hacer un descanso. Los reyes no paran de discutir. ¡Yo voy a ganar! dijo el león. ¡No, ganaré yo! dijo el águila. ¡Estáis equivocados los dos, soy yo el que va a ganar! El árbitro pitó. ¿Se acabó el descanso? Preguntó el guepardo. La siguiente prueba es tiro de jabalina. Jugadores: elefante, pelícano y pulpo. El elefante va a tirar y la tiró 2 kilómetros de distancia. El pelícano la tiró, rebotó con una colchoneta y se la metió en la boca. La distancia, 5 centímetros. Tiró el pulpo con sus ochos brazos y alcanzó 58 metros. Primero, el elefante, el segundo el pulpo, el tercero, el pelícano. Llegó la final. El público estaba emocionado. El león, el águila y el tiburón van a correr en la carrera de obstáculos. Salen todos a la vez y van esquivando árboles, saltando troncos, metiéndose en aros entre los matorrales y llegaron en empate a la meta y se dieron cuenta de que no es importante ganar sino trabajar en equipo.  Cristian Guida


Sucedió una vez, hace muchos años, que se reunieron los tres reyes del mundo animal: el León, como rey de la selva, el Tiburón, como rey de los mares y el Águila Real, como la reina del aire. Entre los tres decidieron organizar unos juegos olímpicos.
Los juegos fueron: esgrima, tenis y hockey. Las olimpiadas empezaron, los concursantes estaban listos para el primer deporte: esgrima. Empezó el desafío, los dos concursantes lucharon, lucharon y lucharon, pero sólo podía ganar uno. Entonces el oso hizo una técnica. Cuando la gacela le dio se protegió y entonces el oso la devolvió y a la gacela no le dio tiempo de protegerse y le dio en la cabeza. El oso se clasificó para jugar a hockey. Se eligió su equipo y empezaron. El oso se la quitó pero en ese momento el árbitro pitó falta. Su contrincante sacó pero al oso le dio tanta rabia que le dio un golpe enorme en el culo al que iba a sacar y salió volando. El árbitro le dijo que a la calle y claro, el equipo ganador fue el del perro. Al día siguiente le pasó algo raro a la pista de tenis. ¡La red estaba agujereada! El león, el águila y el tiburón decidieron suspender las olimpiadas. El león se preguntó, ¿quién habrá hecho esta cosa tan grave? De repente apareció un pingüino y como era un detective supo quién había hecho esa catástrofe. El oso. Se coló por la ventana y con su espada de esgrima agujereó la red. ¡Menos mal que me he traído a mi mascota, la araña Harón! Muy bien araña, te ha tocado arreglar la red. Te pondré doble ración de mosquitos en tu cena. Bueno, vale, dijo la araña. Entonces tejió la red y se siguieron las olimpiadas. ¿Quieres participan en la final de tenis? dijo el león al pingüino. Participaré. Llegó el día de la final, la hiena contra el pingüino. Estuvieron jugando un buen rato hasta que iban cuarenta iguales y no había ventaja. Entonces el pingüino disparó la bola y...¡salió con fuego detrás y se convirtió en dos bolas de fuego! Las dos bolas rodearon a la hiena. De repente se convirtió en uno y le marcó un puntazo. El pingüino ganó la copa final. Al super tiro se le llamó….el saque boom.                 Lucas Llora


Sucedió una vez, hace muchos años, que se reunieron los tres reyes del mundo animal: el León, como rey de la selva, el Tiburón, como rey de los mares y el Águila Real, como la reina del aire. Entre los tres decidieron organizar unos juegos olímpicos.
El león llamó a todos los habitantes de la selva, el Tiburón a todos los del mar y el Águila Real a todos los del aire. Como eran impares no podían competir entre ellos. Estaba claro, necesitaban otro rey. Pero tenían otro gran problema, no podía ser ni de tierra ni de agua y ni mucho menos de aire. Todos los animales pensaron, ¿qué otro rey podemos encontrar? No podían hacer nada, no había otro rey animal. Entonces al León se le ocurrió una gran idea, podía ser que no hubiera otro rey animal, pero sí había un rey humano, el rey del mundo. El León fue corriendo a avisar al Tiburón y al Águila Real. Fueron los tres juntos a buscar al rey del mundo. Pasaron por bosques, montañas rocosas, por muchos sitios maravillosos hasta encontrar su objetivo. Nada más encontrarlo se lo explicaron todo. El rey les dijo que sí y se fueron a las olimpiadas. No eran juegos olímpicos para competir sino que eran porque los tres reyes se aburrían y también para divertirse. Todos se lo pasaron muy bien y sobre todo se hicieron muy amigos.   María Domenech 


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