Érase una vez una jirafa que creía que era igual a todas las jirafas, hasta que un día descubrió que tenía unas manchas raras, y la jirafa, se fue muy triste a casa pensando que no era igual a las demás.
Paseó mucho, hasta que encontró una isla donde conoció a un hipopótamo rosa y este le presentó a su familia y se quedó allí a pasar la noche. A la mañana siguiente, continuó su camino, y se encontró con un montón de animales raros. Oyó una voz, era de un elefante que volaba, se hicieron amigos. Más tarde conoció a unas cebras sin rayas y se fue con ella a conocer a su manada. Se encontraron con el elefante volador y con una elefanta que era toda blanca. Después de pasar unos días en esta isla decidió despedirse de sus nuevos amigos y regresar con sus amigas las jirafas, que aceptaron sus manchas y vivieron felices y comieron perdices.
Este libro me ha gustado porque todos los animales son diferentes, hay algo en su cuerpo diferene y aún así no les importa. También me ha gustado porque al final todos son felices.
El autor del libro es Andrés Guerrero.
Pau
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